Esta receta es muy especial para mí por varias razones. Una de ellas es porque me trae muy buenos recuerdos de mi niñez, cuando se acercaban estas fechas la cocina de mi madre ya empezaba a tener el olor tan rico que desprenden estos roscos.
Siempre nos regañaba porque no dejábamos enfriar los roscos, y antes de que terminara con la fritura, ya habían desaparecido unos cuantos de la bandeja.
Lo que más me gustaba era el cuenco de barro pintado que ella utilizaba y que se había traído de su pueblo (todavía lo conserva), me quedaba embobada viendo con que energía batía la masa.
Otra de las razones es que es una receta que ha pasado por varias generaciones de mi familia, mi abuela Concha, la madre de mi padre, se la paso a mi madre y finalmente mi madre me la ha regalado a mí.
Así que aquí os la dejo, espero que la probéis, os gustará.
Nota: Con estas cantidades salen unos doce roscos. Si querís preparar más, sólo tenéis que duplicar o triplicar las cantidades.
También encontraréis en mi blog varias recetas para estas fechas:
– Bunyols de vent i de l’Empordà
¡A disfrutar!!
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ROSCOS FRITOS de la yaya Paquita

Ingredientes
- Huevo - 1
- Leche - 3 c/s
- Aceite de oliva virgen - 3 c/s
- Azucar - 3 c/s
- Anis - 2 c/s
- Harina bizcochona - la que admita
- Sal - una pizca
- Canela en polvo - 1 c/c
- Aceite de oliva virgen - Para freir
- Azucar glass - Para rebozar los roscos
Elaboración:
- En un cuenco grande batimos el huevo, añadimos la leche, el aceite y el azúcar, seguimos batiendo.
- Cuando esté todo bien incorporado le añadimos el anís, la pizca de sal y la canela, volvemos a mezclar.
- Finalmente le incorporamos la harina poco a poco, volcamos la masa sobre la encimera y seguimos amasando, iremos añadiendo harina según admita la masa, esta tiene que quedar elástica sin que se nos pegue a las manos.
- Cogemos porciones pequeñas (para esta cantidad salen unas doce) hacemos un rulo y lo estiramos, tiene que hacer unos 12 cm. de largo, unimos las puntas y sellamos apretando.
- Los vamos dejando sobre la encimera enharinada.
- Calentamos una sartén con abundante aceite. El aceite tiene que estar caliente pero no demasiado ya que se harían rápidamente por fuera y se quedarían crudos por dentro, tenemos que controlar un poco la temperatura subiendo o bajando según veamos.
- Aplanamos los roscos con las manos, les hacemos tres pequeños cortes no muy profundos y los freímos, de tres en tres, no demasiados ya que se enfriaría el aceite y nos quedarían empapados.
- Los sacamos y ponemos a escurrir.
- Ponemos un plato con azúcar glas y los rebozamos cuando aún estén templados.
¡A disfrutar!
Estas recetas llenas de buenos recuerdos que deliciosas son
Bss
En esas ando yo con el flan de la abuela AnaMari, una institución en mi casa que tarda la tontería de 4 horas en cocinarse pero es… uf, no comments.
Es maravilloso que podamos compartir esto, las recetas auténticas, las de las abuelas y madres, esto sí que debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad.
Pues una ola a la yaya Paquita y ahora a ti por regalarnos una receta ta preciada.
Muas
Estas recetas de toda la vida y tan familiares no se pueden perder nunca.Ademas de buenas es también la carga de emoción y sentimientos que hay en ellas.
Bss
Hola tata conxi sí ves este comentario me gustaría que me dijeras si cuando metes las madalenas en el horno lo sigues dejando arriba y abajo o sólo lo de abajo.gracias
como me gustan estas recetas con historia familiar, son verdaderas joyas, gracias por compartirla, bicos
Pingback: Bizcocho de anís | Margot - Cosas de la Vida
Que bonito asociar recetas con recuerdos tan lindos!!!!
Me encantan tus roscos..perfectos para celebrar la semana santa!!!!!!!
Besitossssssssssssss
Que ricos!!! Me encantan, en estas fechas no pueden faltar.
Besos
Cocinando con Montse
Que buenos!!!
Una receta que te traslada en el tiempo.
Cómo para no devorarlos con la pinta que tienen y siendo una tradición familiar eso es una garantía.
Besos.